Capítulo 4

Julia:
No me lo puedo creer, Celia esta ahora mismo perdiéndose en las calles de Londres con Harry Styles, me alegro, nunca para de hablar de el, es más, en su cumpleaños llenó twitter de tweets poniéndole a Harry que la felicitara y muchísima gente le ayudó, pero el no se conecto en dos días por lo que se quedó con todas las ganas. Bueno ahora ha cumplido uno de sus sueños, y con un poco de suerte Harry me presentara a Liam y Niall. Dios, si Liam no tuviera novia tendría oportunidad con él, bueno o eso quiero creer claro, mientras me dirijo a casa de Laura no dejo de darle vuelta sobre que pasaría si les veo ¿que diría?
<Hola Liam, soy Julia y soy tu mayor fan> no eso suena muy cutre < Hola Liam, ¿quieres casarte conmigo?> haha quiero caerle bien, no quiero que piense que estoy loca. Pero todavía me queda Niall, llevo enamorada de él mucho tiempo, me encanta su forma de ser, y esos ojos azules, que por cierto, irían a juego con los míos. En fin cuando llego a casa no hay nadie, me muero de hambre así que voy directa a la cocina, abro el frigorífico, me preparo un vaso de leche con galletas, sí, es muy raro, pero me apetece eso. Me dirijo al salón y me pongo a ver la tele, aunque no hay nada y yo no me fijo mucho porque sigo pensando en como le irá a Celia con Harry, y en que pasará si Harry me presenta al grupo. Se cumpliría uno de mis mayores sueños.

Celia:
 Al bajar de la cabina montamos de nuevo en la vespa. Y nos alejamos, bajamos en una calle y entramos a un bar.
-¿Te apetece comer?
-Sí por favor, me muero de hambre.
Harry me esta enseñando mucho inglés, pero aún necesito el diccionario para la mayoría de las cosas, aunque me voy manejando bien. El camarero nos atiende y Harry pide dos bocadillos con un filete de pollo, ensalada y tomate, dos latas una de coca cola para el y otra de fanta de naranja para mi, no consiente que pague yo, y eso me hace sentir rara. Salimos del restaurante, Harry agarra mi mano de nuevo y empieza a correr yo le sigo como puedo mientras el se ríe repitiendo todo el rato.
-Vamos, ya llegamos.
Cuando Harry para de correr estamos en la orilla de un río hay parques a los lados, pero nos sentamos en el borde, a la sombra de un árbol y metemos los pies en el agua limpia del río, y después de comer y hablar un rato, Harry me pide mi número de teléfono, dice que quiere seguir viéndome mientras esté en Londres, y la verdad a mi la idea no me molesta para nada, después nos quedamos ahí mucho rato, tiende su cabeza en mis piernas, yo le acaricio el pelo, hasta que al final se queda dormido. Le contemplo embobada, esto es imposible, hace un mes soñaba con conocerle y ahora le tengo durmiendo en mis piernas, tumbado a la sombra en un parque de Londres. Al cabo de media hora se despierta.
-Buenos días bella durmiente.- sigue tendido con una cara de sueño increíble.
- ¿Sabes? estaba tan bien tendido aquí contigo que no quería despertarme.
-Ya, pues yo no quería que te despertaras.- El saca una media sonrisa.
Recogemos las latas y nos vamos, caminamos un largo rato por el parque juntos cogidos de la mano, esto es imposible, vamos ¿en que cabeza cave esto? él me cuenta cosas de la banda de su relación con los chicos, lo bien que lo pasa con Louis, los planes que tienen, yo cosas sobre mis estudios, y de mi mejor amiga, Julia, le dije que ya se la presentaría, bueno mi vida es menos interesante que la suya.
Nos acercamos a un espectáculo callejero, un hombre esta tocando la guitarra, le pide que toque un tema que no conozco, pero el empieza a cantar me saca al centro y me sonrojo, las chicas se agrupan alrededor, supongo, que si yo no estuviera aquí, con Harry, sería una de ellas.
Al terminar de cantar, firma algunos autógrafos y se hecha algunas fotos con las fans, después nos alejamos de allí pasando por una fuente, Harry se agacha para contemplar algo en el fondo y yo no resisto la tentación de empujarle y tirarle al interior de la fuente, él se queda sentado dentro con cara de enfado, y yo me parto de risa, pero la verdad es que estaba muy guapo, como siempre, con una camiseta blanca empapada pegada, y empezando a sacudir sus rizos para que se secaran un poco. De repente se levanta y sale corriendo detrás de mi gritando:
-¡Verás cuando te coja!
Cuando me pilla, me coge de las piernas colgándome en su hombro como si fuera un saco de patatas, yo grito.
-¡HARRY SUELTAME!
- NO, NO, AHORA IRÁS DERECHA A  LA FUENTE.
-¡NO HAAARRY NOOO! 
Antes de darme cuenta estoy tirada en la fuente con Harry echándole agua.
-¡Preparate Harry! 
Corremos por la fuente persiguiéndonos el uno al otro quedando bien empapados, radiantes de felicidad, cuando paramos, Harry se acerca a mi, pone una mano en mi cuello, otra en mi cintura, me acerca a él, y me abandono en el sabor de sus labios.